¿Cuando le preguntan a Einstein si cree en Dios?

A lo largo de su vida, el físico teórico Albert Einstein fue interrogado en repetidas ocasiones acerca de su opinión personal sobre la religión y, en particular, sobre si creía en la existencia de Dios. Aunque sus respuestas fueron siempre enigmáticas y no llegaron a ser del todo claras, lo cierto es que el científico siempre mantuvo una actitud de respeto hacia la religión y, en especial, hacia el judaísmo, la fe a la que pertenecía.
Einstein respondió: «Dios no juega a los dados con el universo.» En otra ocasión, dijo: «De todas las teorías que he visto, la teoría de la religión es la más admirada, pero también la más fácil de refutar.»

¿Qué opina Einstein sobre Dios? | El científico y filósofo más famoso de la historia

Einstein era ateo, pero no creía que la religión y la ciencia estuvieran en conflicto. En una carta escrita en 1954, respondió a la pregunta de un niño sobre si creía en Dios: «No creo en un dios personal que tenga cuidado de los seres humanos, ni en un destino personal. Siempre me he sentido más atraído por el espíritu de Spinoza: ‘Deus sive Natura’ (Dios o la Naturaleza)».

Einstein también creía que la religión y la ciencia podrían coexistir pacíficamente. En una entrevista de 1930, dijo: «La religión es algo para vivir, no para discutir». Y en una carta de 1941, escribió: «La religión sin ciencia es ciega, la ciencia sin religión es vacía».

Aunque no creía en un dios personal, Einstein era espiritual y tenía un gran respeto por la religión. En una entrevista de 1941, dijo: «Me siento profundamente religioso. No sólo religioso, sino religioso en el sentido más elevado del término. Siempre he sentido que el universo es misterioso y está lleno de sentido. En mis momentos de mayor tristeza, me consuela pensar que, después de todo, la vida es un don sagrado de la naturaleza».

¿Cómo se llama el Dios de Albert Einstein?: Un análisis de la religión del científico más famoso de todos los tiempos

¿Cómo se llama el Dios de Albert Einstein?: Un análisis de la religión del científico más famoso de todos los tiempos

Albert Einstein es quizás el científico más famoso de todos los tiempos. Sus descubrimientos cambiaron la forma en que entendemos el universo y su teoría de la relatividad es la base de la física moderna. Pero a pesar de su influencia en el mundo de la ciencia, Einstein era también un hombre religioso. Aunque no era miembro de ninguna religión organizada, se consideraba a sí mismo un profundamente religioso y dijo que su ciencia no podría existir sin la religión.

Einstein nació en 1879 en Alemania, en una familia judía. Su madre era religiosa, pero él no asistió a la sinagoga ni se educó en la religión judía. En cambio, se interesó en la religión y la filosofía a una edad temprana y leyó a los filósofos alemanes Immanuel Kant y Arthur Schopenhauer. A los 12 años, se negó a convertirse al judaísmo y dijo que no creía en las enseñanzas de la religión. Sin embargo, su actitud hacia la religión cambió cuando leyó el libro La religión y los limitados de la ciencia, del filósofo alemán Paul Carus. En este libro, Carus argumentaba que la religión y la ciencia no eran incompatibles y que la religión podía enriquecer la vida de una persona. Esto resonó profundamente con Einstein y lo llevó a reconsiderar su posición sobre la religión.

A partir de entonces, Einstein comenzó a ver la religión de una manera más positiva. En una carta escrita en 1954, dijo que la religión era «una fuente de profunda sabiduría y una guía para la vida moral». También dijo que la religión le había dado un «sentido de responsabilidad hacia algo más grande que yo mismo». Einstein creía que la religión y la ciencia podían coexistir y que la religión podía enriquecer la vida de una persona. En una entrevista de 1941, dijo que «la religión sin la ciencia es ciega, la ciencia sin la religión es ciega».

Aunque Einstein era religioso, no era miembro de ninguna religión organizada. Se consideraba a sí mismo un «profeta no religioso» y dijo que la religión organizada era «opresiva y estrecha de miras». En lugar de pertenecer a una religión, Einstein seguía sus propias creencias. Creyó en un Dios personal que se interesaba por la humanidad y que estaba presente en todo el universo. En una carta escrita en 1952, dijo que su concepción de Dios era «la Fuerza que hace que las cosas sucedan».

Einstein no daba muchas explicaciones sobre su concepción de Dios, pero dijo que era algo que se sentía en el «corazón» y no en la «cabeza». También dijo que la religión era más que un conjunto de creencias intelectuales. En una entrevista de 1930, dijo que la religión era «un sentimiento de responsabilidad hacia algo grande y poderoso que nosotros no podemos comprender».

Einstein era un hombre religioso, pero también era un científico. A menudo se preguntaba si su ciencia podría existir sin la religión. En una carta escrita en 1941, dijo que la ciencia y la religión eran «complementarias». En otra carta, escrita en 1945, dijo que la ciencia y la religión «se necesitan mutuamente».

Einstein creía que la religión y la ciencia eran importantes para la vida de una persona. En una entrevista de 1941, dijo que la religión le había dado un «sentido de responsabilidad hacia algo más grande que yo mismo» y que la ciencia le había enseñado a «pensar de manera crítica». En una carta escrita en 1952, dijo que la religión y la ciencia eran «necesarias para la vida plena y satisfactoria».

Aunque Einstein era religioso, no era miembro de ninguna religión organizada. Se consideraba a sí mismo un «profeta no religioso» y dijo que la religión organizada era «opresiva y estrecha de miras». En lugar de pertenecer a una religión, Einstein seguía sus propias creencias. Creyó en un Dios personal que se interesaba por la humanidad y que estaba presente en todo el universo. En una carta escrita en 1952, dijo que su concepción de Dios era «la Fuerza que hace que las cosas sucedan».

Einstein no daba muchas explicaciones sobre su concepción de Dios, pero dijo que era algo que se sentía en el «corazón» y no en la «cabeza». También dijo que la religión era más que un conjunto de creencias intelectuales. En una entrevista de 1930, dijo que la religión era «un sentimiento de responsabilidad hacia algo grande y poderoso que nosotros no podemos comprender».

Einstein era un hombre religioso, pero también era un científico. A menudo se preguntaba si su ciencia podría existir sin la religión. En una carta escrita en 1941, dijo que la ciencia y la religión eran «complementarias». En otra carta, escrita en 1945, dijo que la ciencia y la religión «se necesitan mutuamente».

Einstein creía que la religión y la ciencia eran importantes para la vida de una persona. En una entrevista de 1941, dijo que la religión le había dado un «sentido de responsabilidad hacia algo más grande que yo mismo» y que la ciencia le había enseñado a «pensar de manera crítica». En una carta escrita en 1952, dijo que la religión y la ciencia eran «necesarias para la vida plena y satisfactoria».

En respuesta a la pregunta, Einstein dijo: «Cree en Dios, pero no en un dios personal que se ocupa de los asuntos humanos». Einstein creía que la religión y la ciencia eran compatibles, y que la religión debe basarse en la ética, no en la cosmología.
Einstein respondió: «Dios no juega a los dados con el universo». Esta célebre frase resume la opinión de Einstein sobre la religión y Dios. Según él, la religión es una forma de pensamiento primitivo que se ha ido superando con el avance de la ciencia. No creía en un Dios personal que intervenga en los asuntos humanos, sino en una fuerza cósmica que rige el universo.

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